¿Qué son las 4 C?
Las 4 C son las cuatro características que permiten determinar la calidad y el valor de un diamante: La talla, el color, la pureza y el peso en quilates. Conózcalas: cuando uno sabe lo que compra, la satisfacción es mayor.
TALLADO
El término talla en gemología incluye dos conceptos: la forma de la gema y la calidad del corte (las proporciones y el acabado). La forma es una cuestión de gustos.
Los tipos de talla más habituales en diamantes de un cierto tamaño son: Brillante, Esmeralda, Princesa, Oval, Corazón, Pera, Marquesa y Radiant.
Una buena talla produce más brillos y destellos. Y esa es precisamente la labor de un tallador experto: conseguir que el diamante refleje el máximo de luz.
Cómo capta la luz un diamante talla brillante:
La talla de un diamante es muy importante para que la luz se refleje de forma óptima.
1. Cuando la talla es la adecuada, la luz se refleja de una faceta a la otra y luego se dispersa a través de la corona.
2. Si la talla es demasiado profunda, parte de la luz se escapa por la parte opuesta del pabellón.
3. Si la talla es poco profunda, parte de la luz sale por el pabellón antes de reflejarse.
Prácticamente la totalidad del mercado de los diamantes se centra en el diamante incoloro o de muy ligera tonalidad. La ausencia de color permite a la luz blanca atravesar el diamante sin teñirse de ningún matiz y descomponerse en los distintos colores que la componen, como en un prisma.
La escala de colores del diamante va desde el totalmente incoloro o blanco excepcional al color, siendo más valiosos los incoloros. Las diferencias entre tonos son sutiles.
Los diamantes de colores más intensos (amarillo, naranja, marrón, verde, azul, rosa, etc.), llamados fantasía, son extremadamente raros y su valor es muy elevado, dada su escasez y belleza. A la hora de cotizarlos prima su color muy por encima de su talla o de su pureza.
COLOR
PUREZA
En el proceso de cristalización de los diamantes, la naturaleza deja minúsculas huellas en la mayoría de ellos. El tamaño, el tipo, la forma y la posición de estas inclusiones se gradúan para determinar el valor del diamante.
Un diamante que carece de inclusiones, tanto internas como externas, es de la mayor pureza y permite a la luz atravesarlo limpiamente. Si observamos un diamante con una lupa de 10 aumentos y no tiene ninguna inclusión, se le llama Flawless.
El peso de un diamante se expresa en quilates. Un quilate se divide en 100 puntos, de manera que un diamante de 73 puntos pesa 0,73 quilates.
El peso de un diamante se considera un factor importante para determinar su valor, que deberá definirse teniendo en cuenta las demás características que constituyen las 4 C. Dos diamantes de igual peso pueden tener muy distinto valor, en función del resto de las características de cada uno. Por otra parte, un diamante de 1 quilate valdrá más que dos de 0,50 de las mismas características.
Las proporciones de los diamantes de talla brillante están bien definidas, así que su peso puede ser estimado a partir de su diámetro. El valor será aproximado, dado que en el peso influyen también factores como la anchura de la tabla, el espesor del filetín, la profundidad de la culata, etc.